Cómo aprobar la «asignatura pendiente» de entender el lenguaje no verbal en adolescentes

11.03.2019

Se publica un libro que pretende proporcionar a los padres claves necesrias para comprender los gestos de sus hijos

S. F.@abc_familiaMADRIDActualizado:26/02/2019 02:10h0

La periodista y especialista en inteligencia emocional Susana Fuster acaba de publicar «Hijos que callan, gestos que hablan», un libro que tal y como recoge Ep, pretende proporcionar a los padres claves que les ayuden a superar «la asignatura pendiente» de comprender los gestos y la comunicación no verbal de los adolescentes.

La obra, publicada por Espasa, viene a cubrir un «hueco en el contexto nacional e internacional», ya que en el mercado hay muchos libros centrados en la adolescencia pero no enfocado desde la perspectiva de profundizar en la comunicación gestual en esta importante etapa de la vida, cuando somos «un cóctel de emociones».

Fuster -que desde 2016 dirige el Máster en Comportamiento no Verbal Científico y Detección de la Mentira de la Universidad a Distancia de Madrid ( UDIMA) y la Fundación Behavior&Law- recalca que su manual no da respuestas «simplistas», sino que se sustenta en numerosos estudios sobre el tema llevado a cabo tanto en España como en instituciones extranjeras.

«No quería un manual de recetas simplistas porque hay muchos mitos y creencias erróneas alrededor del lenguaje corporal. No es tan sencillo como decir "si se toca la nariz está mintiendo" o "si se cruza de brazos es que no quiere seguir hablando"», explica la experta valenciana en una entrevista con Ep

Frente a respuestas genéricas, propone «aprender a leer el comportamiento no verbal» mediante diversos pasos como «observar, atender a diferentes canales, como las expresiones faciales, los gestos, la postura corporal o el uso del espacio, puesto que un solo gesto no rebela nada, y estar atentos a cambios de comportamientos, ya que ahí puede estar pasando algo».

«La verdad sobre las mentias»

Uno de los capítulos del libro, titulado «La verdad sobre las mentiras», se ocupa en uno de los aspectos que más suele angustiar a los progenitores y apunta algunos indicadores -la mirada fija o determinadas microexpresiones faciales, entre otros- que pueden ayudar a descubrir los engaños.

Preguntada por si las nuevas tecnologías y redes sociales están cambiando el comportamiento no verbal, la especialista apunta por ejemplo al fenómeno de los emoticonos, que los jóvenes utilizan para «expresar emociones que les es difícil mostrar por escrito». Asimismo, advierte que el hecho de pasar muchas horas frente a los móviles o tablets modifica la postura «encorvando el cuerpo, algo que envía a tu cerebro mensajes».

Susana Fuster insiste en la importancia de que los padres «empaticen» con sus hijos e hijas. «La buena noticia es que todos hemos sido adolescentes; la mala es que se nos ha olvidado», asevera la autora, que agrega que, aunque se trata de una «etapa de formación en la que buscan su autonomía, los adolescentes siguen necesitando el contacto con sus padres».

Susana Fuster se muestra muy contenta con la recepción y el feedback que está recibiendo hacia al libro y destaca, por ejemplo, un mensaje compartido en redes por la presentadora valenciana Nuria Roca, quien agradecía, esta «buena herramienta» que le llega «en el momento perfecto». Y cita a la propia Fuster para decir «...porque a veces para entender a los hijos basta con mirar con otros ojos».