Cómo perder el miedo a montar en avión
21 Dec2019 02:26h
Melissa González
abc.es
Muchas personas son incapaces de planear un viaje cuando el avión es el medio de transporte. Miedo a una tragedia, ansiedad o incapacidad de huir son algunos de los síntomas que sienten.
¿Sientes un gusanillo en la barriga cuando vas a subir a un avión o en los minutos previos al despegue? No es hambre, es la forma que tiene tu cuerpo de manifestar unos pequeños nervios propios de la emoción antes de «volar». Sin embargo, y pese a que esto se manifiesta en un alto porcentaje de la sociedad, hay muchas personas que directamente son incapaces de planear un viaje cuando el avión es el medio de transporte. «El temor a volar se considera una fobia cuando dicho miedo es desproporcionado e incontrolable, y lleva a la persona a realizar conductas de evitación a volar, pudiendo afectar a su vida social, familiar y laboral.», explica Lidia Asensi, psicóloga sanitaria y experta en fobias en Centro Cepsim.
El terror a montar en avión no solo es un miedo a este medio de transporte y todo lo que le rodea, sino que también hay otros factores que se ven afectados. «Este pavor puede ser limitante para la persona. Puede generar un deterioro en las relaciones sociales y familiares, ya que resulta complicado organizar planes que comprenden viajar a otros lugares donde no se llega con otro medio de transporte. Puede aparecer incluso cierto aislamiento en determinadas situaciones», concluye. A pesar de que este factor puede pasar por alto, existen muchos otros donde se implica el trabajo y la autoestima. «Pueden aparecer consecuencias a nivel laboral. Muchos de los puestos, hoy en día, implican laborales internacionales.
Este pavor afecta principalmente al que las sufre, creando inseguridades, frustración y disminución del estado de ánimo. «Si dejamos pasar un problema de este tipo existe la probabilidad de que podamos encontrarnos con complicaciones mayores, convivir más de la cuenta con ansiedad e incluso desarrollar un Trastorno de Ansiedad Generalizada», advierte Beatriz Gil, psicóloga de El Prado Psicólogos.
¿Se puede tener miedo a volar sin haberlo probado?
Al igual que muchas personas rechazan probar una comida porque a simple vista o por el olor no les gusta, hay quienes han desarrollado esta fobia sin haberse subido antes a un avión y comprobar si realmente les da pavor. «El miedo a volar no aparece únicamente por experiencias desagradables relacionadas con los aviones. En consulta observamos que detrás de este miedo existen experiencias traumáticas del pasado y no relacionadas directamente con montar en avión. De hecho, hay personas que desarrollan este miedo a volar sin haber tenido práctica negativa e incluso sin haber montado nunca en él», aclara Lidia Asensi.
Al parecer, y según apuntan las expertas, los síntomas que aparecen son similares a los del resto de fobias aunque, según apunta Lidia Asensi, es posible que se experimenten otros a nivel físico, psicológico y conductual. ¿Cuáles son? «Estas personas tienen pensamientos catastróficos como tener un accidente, sufrir una crisis de ansiedad dentro del avión o perder el control. Se manifiesta con taquicardias, sequedad de boca, sensación de ahogo o falta de aire, entre otros. En todo momento abunda la idea y deseo de escapar y evitar montar en avión», explica.
Existen pautas para superar el miedo a montar en avión - UnsplashAsí se despeja la mente de todo lo negativo a la hora de pensar en volar
Aunque a priori resulte difícil pensar que el problema radica principalmente en la mente, la experta Beatriz Gil asegura que se puede vencer esta fobia: «El miedo a volar puede estar relacionado con los pensamientos relacionados a un posible accidente, a sufrir un episodio de ansiedad o incluso la preocupación puede ser generada por el sentimiento de encontrarse en un lugar donde no hay posibilidad de escape. Se debe trabajar contra estos episodios», cuenta. ¿Y cómo se llega a un buen resultado? Lidia Asensi, experta en esta fobia, aclara que es importante tener en cuenta que los pensamientos son «la interpretación que nosotros hacemos de determinada situación y, por lo tanto, van a determinar cómo vamos a sentirnos». «Los pensamientos tienen una gran influencia en nosotros. Se conocen como pensamientos catastróficos porque son atribuciones erróneas que hacemos de nosotros mismos y el mundo, sin cuestionarnos la probabilidad de que eso que pensamos ocurra. Es algo que aceptamos y creemos completamente, generándonos ansiedad, temor y angustia», advierte la psicóloga, que aporta unas pautas para gestionar estos pensamientos:
- Centrarnos en entender por qué este tipo de pensamiento aparece y de dónde puede venir.
- Darnos cuenta de cómo ese tipo de pensamiento nos está haciendo sentir.
- Es importante compartir con otra persona qué estamos pensamiento y cómo nos estamos sintiendo.
- Dar pensamientos alternativos a estos que nos angustian tanto.
- Poner en marcha técnicas de relajación como la respiración.
Además, la psicóloga Beatriz Gil aconseja también centrar la atención en otro estímulo o regurrir a estrategias de distracción como escuchar música, recurrir a videojuegos, hablar por teléfono antes del despegue o leer un libro.
Se puede vencer el miedo
El miedo puede no durar toda la vida. A la incertidumbre de si uno mismo o alguien cercano va a conseguir vencer esa fobia, la respuesta es sí. «Uno de los primeros pasos para trabajar una fobia es que la persona decida iniciar un proceso terapéutico y esté dispuesta a generar un cambio», dice la psicóloga Gil, pero hay que huir de las resistencias del tipo «en el fondo no necesito volar», «tampoco es tan grave no montar en avión» que frenan a la hora de actuar. «Es fundamental que la persona, dentro de este proceso, pueda conocerse a sí misma para, por ejemplo, poder entender por qué lo quiere tener todo bajo control o por qué siente tanto miedo a experimentar miedo», aconseja la psicóloga.
Por otra parte, El hecho de iniciar un proceso terapéutico hará que la persona se conozca mejor, adquiera mayor confianza y seguridad en sí mismo. «Aprenderá técnicas de autocontrol y manejo de la ansiedad que podrá emplear en aquellos momentos de angustia», sentencia la psicóloga Lidia Asensi.